Comida

¿De dónde son realmente las papas a la francesa?

Hoy se celebra en Estados Unidos el Día Nacional de las Papas a la Francesa, un plato que ha sido adoptado por muchas gastronomías alrededor del mundo.

Ya sea el clásico «fish and chips» (pescado y papas fritas) en Inglaterra, el «poutine» en Québec, los filetes con papas a la francesa en París, las papas fritas con mayonesa en Bélgica o la icónica porción «gigante» de papas fritas en Estados Unidos, acompañando una hamburguesa de igual tamaño, no hay pueblo que pueda resistirse a ellas.

¿Son realmente francesas las papas a la francesa?
Puede que esto te sorprenda, pero a pesar de su nombre, hay quienes afirman que las famosas y deliciosas papas a la francesa no tienen su origen en Francia.

Algunos afirman que son belgas, como Albert Verdeyen, chef y coautor del libro Carrément Frites (Papas fritas), pero también hay quienes señalan que provienen de España.

Un plato que surgió en medio del frío
Según la tradición popular, las papas fritas originales nacieron en Namur, Bélgica, donde la gente consumía mucho pescado frito. Durante el invierno de 1680, cuando el río Mosa se congeló, la gente comenzó a freír papas en lugar de los peces pequeños que solían comer, y así surgieron las papas fritas, que rápidamente se volvieron muy populares.

Quienes apoyan esta versión de la historia afirman que esta ciudad belga no solo es la cuna de las papas fritas, sino también la fuente de su nombre: durante la Primera Guerra Mundial, los soldados estadounidenses estacionados en la región francófona comenzaron a llamar a las papas fritas «papas a la francesa», y así se popularizó el apodo.

En la actualidad, Bélgica está solicitando a la Unesco que declare a las papas fritas como patrimonio cultural belga, aunque algunos afirman que esta leyenda no se sostiene del todo.

España y la influencia colonial en América
Otra versión cuenta que en 1537, cuando el conquistador español Gonzalo Jiménez de Quesada y sus soldados llegaron a lo que hoy es Colombia, descubrieron un pueblo abandonado por sus habitantes nativos. Entre las cosas que encontraron, había cultivos de papas, que los españoles inicialmente llamaron «trufas».

Cerca de 20 años después, las papas fueron llevadas a España y también se introdujeron en Italia. En ese momento, eran pequeñas y amargas, y no tuvieron éxito en ninguno de los dos países. Sin embargo, con el tiempo, se cultivaron variedades más grandes y menos amargas, lo que llevó a su aceptación en otras partes de Europa.

Y si realmente fueran francesas…
También hay quienes afirman que las papas fritas tal como las conocemos ahora se prepararon por primera vez en el Pont-Neuf, el puente más antiguo de París, donde se vendían en carritos a finales del siglo XVIII.

Sin embargo, sin importar su origen, las papas a la francesa se han convertido en un símbolo de la comida estadounidense. En ese país, el consumo promedio de papas fritas por persona supera los 13 kilos al año

Y ahora que conoces toda esta historia, ¿qué te parece disfrutar de unas deliciosas papas a la francesa mientras ves la televisión?

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