Es un fenómeno extraño y peligroso..
Vas manejando por la carretera o por algún lugar donde el paisaje no tiene muchas variaciones, tu mirada se fija en un punto y de pronto pareciera que tu cerebro se desconectó por un tiempo; intentas recordar qué pasó en los últimos metros, o incluso kilómetros, recorridos y no puedes. A eso se le llama “hipnosis de carretera”.
Simplemente sabes que estuviste manejando, incluso que lo hiciste bien pues sigues vivo y el auto sin ningún rasguño, pero no lo hiciste conscientemente.
¿Te ha pasado? Es más común de lo que crees y tiene un nombre: hipnosis de carretera. A la “hipnosis de carretera” también le llaman “fiebre de la línea blanca”.
Algunos especialistas comparan este estado mental con la entrada del piloto automático de los aviones, pues lo que sucede a nivel físico es que tu actividad cerebral es mucho más lenta, lo que a su vez hace que tus respuestas también lo sean. He ahí dónde radica la importancia del tema, pues aumentan las posibilidades de sufrir un accidente.
Usualmente el efecto de la hipnosis desaparece cuando alguna distracción aparece en el camino, como otro auto, un bache o algún señalamiento que pudiera llamar tu atención.
El primer registro de un estudio sobre este fenómeno, data de 1921 dónde lo describían como «la conducción en estado de trance mientras miras un punto determinado».
Años después otro estudio hablaba de que los conductores podían “quedarse dormidos con los ojos abiertos”, teoría que en los años 50 sirvió para dar explicación a algunos accidentes de tráfico. Fue hasta 1963 cuando el término “hipnosis de carretera” apareció
Factores por los que puedes experimentar la “hipnosis de carretera”:
- Viajar durante mucho tiempo por rectas donde el paisaje es muy similar.
- Conducir de noche. La falta de visibilidad hace que en ocasiones fijemos la vista en un punto fijo, como la línea blanca que divide los carriles.
- Manejar solo.
-Conducir cansado.
